Implantes carga inmediata

Los implantes dentales de carga inmediata representan uno de los avances más significativos en la odontología moderna, ofreciendo una solución rápida y eficaz para aquellos que han perdido piezas dentales. En este artículo, exploraremos en profundidad este innovador procedimiento, sus beneficios, indicaciones, y todo lo que necesitas saber para determinar si es la opción adecuada para ti.

¿Qué son los implantes dentales de carga inmediata?

Los implantes dentales son similares a los tradicionales, con la diferencia de que la prótesis provisional se coloca casi de inmediato, en lugar de esperar entre 3 y 6 meses para que se complete el proceso de oseointegración y la posterior colocación de la prótesis definitiva.

Los implantes dentales de carga inmediata, también conocidos como implantes post-extracción, son una técnica avanzada que permite la colocación de una prótesis dental provisional inmediatamente después de la inserción del implante, generalmente dentro de las 24 a 72 horas posteriores al procedimiento quirúrgico.

Esta técnica revolucionaria contrasta con el método tradicional, que requiere un período de espera de varios meses para la oseointegración (fusión del implante con el hueso) antes de colocar la prótesis definitiva.

Indicaciones para implantes de carga inmediata

Los implantes inmediatos, también llamados implantes dentales post-extracción, se destacan no solo por permitir una rehabilitación rápida, sino también porque su colocación se lleva a cabo de manera inmediata tras la extracción del diente. Por esta razón, sus indicaciones específicas son las siguientes:

Pérdida dental en la «zona de la sonrisa» – Una de las razones para optar por implantes inmediatos tras una extracción.
Pérdida dental en la «línea de la sonrisa»: motivo para implantes inmediatos post extracción.

Criterios para los implantes dentales de carga inmediata.

La rehabilitación inmediata con implantes requiere de una gran meticulosidad. Es importante tener en cuenta que la colocación de implantes es un procedimiento costoso, por lo que no debemos arriesgarnos utilizando una prótesis temporal que pueda generar complicaciones. Por ello, es fundamental determinar si cumplimos con los requisitos para ser candidatos ideales para este tipo de tratamiento.

Algunos criterios para incluir o excluir pacientes son los siguientes:

Estado de salud general: El paciente debe estar libre de enfermedades crónicas o comorbilidades que puedan aumentar el riesgo de fracaso del procedimiento, como diabetes, hipertensión arterial descontrolada o enfermedades que afecten el sistema inmunológico.

Actitud del paciente: Es importante que el paciente colabore tanto en el proceso de colocación del implante como en el cumplimiento de las recomendaciones y controles posteriores necesarios para el éxito del tratamiento.

Condición de la salud bucal: Es imprescindible que las encías y las áreas periodontal y periapical de los dientes vecinos estén en buen estado. Problemas en estas zonas pueden derivar en complicaciones como la periimplantitis.

Oclusión dental: Alteraciones significativas en la oclusión pueden ser un factor de riesgo para el procedimiento. En casos graves, podría no ser aconsejable seguir adelante.

Características del hueso: El volumen y la densidad del hueso maxilar deben ser suficientes para garantizar la estabilidad del implante provisional. En maxilares muy delgados, el hueso podría quedar debilitado tras la colocación, por lo que esta opción no sería ideal.

3 factores clave para el éxito

1. Estabilidad inicial

La estabilidad primaria se refiere al anclaje sólido o fijación inicial del implante justo después de su colocación. Esto significa que el implante permanece «estable» y sin movimiento tras ser atornillado al hueso.


Existen varios factores que afectan la colocación de la carga rápida, pero probablemente el más relevante sea la estabilidad primaria del implante dental.

2. Eliminar contactos inadecuados:

Más allá de simplemente «instalar la prótesis provisional», es esencial solucionar problemas que puedan interferir con su eficacia. Esto abarca desde pequeñas irregularidades en la oclusión dental y hábitos nocivos como el bruxismo, hasta técnicas incorrectas de higiene bucal o cepillado.

El implantólogo oral debe demostrar gran habilidad y estrategia para adaptar las soluciones a cada caso específico. En ciertos casos, el objetivo no es lograr un cierre oclusal perfecto, sino simplemente evitar que la prótesis temporal entre en contacto con su contraparte.

Los contactos prematuros pueden provocar el fracaso de un implante inmediato.

Por ello, es crucial contar con un odontólogo especializado que le brinde confianza y posea amplia experiencia en el área. Es fundamental que esté familiarizado con las técnicas más avanzadas y utilice materiales que optimicen la estabilidad, garantizando así el éxito de este tipo de procedimientos.

3. Cuidado y mantenimiento de la higiene

Aunque la prótesis dental temporal se coloque rápidamente, en un plazo de 24 a 72 horas, lo más crucial será el cuidado que se le dé después de este periodo inicial. Especialmente durante la primera semana, que es probablemente la etapa más sensible, es importante adoptar medidas preventivas adicionales. Consulte a su especialista para obtener más orientación.

Higiene de prótesis con implantes

Del mismo modo, es fundamental realizar controles regulares con un profesional. Asegúrese de asistir puntualmente a sus citas de seguimiento.

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